Celebremos el tiempo que somos,
todo lo que nos queda.
Agua gris sobre mojado:
que llueva mientras la apatía
se hace fuerte, rencorosa;
se expande y crea, en el interior de un alma usada,
una cueva desde la que se contempla
el amor y el odio.
Desde afuera,
con miedo.
Sin emoción ni duda.
Maquinalmente frío.
Inhumano.
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